La pandemia de COVID-19 ha roto la normalidad en los últimos años instalándonos en una suerte de distopía. Han sido dos cursos difíciles, en los que nos hemos tenido que adaptar a las condiciones y medidas preventivas que desde Sanidad y Educación se nos proponía. Pero estas medidas, había que contextualizarlas a nuestro centro escolar. La ventilación de aulas antes del inicio de la jornada, las entradas escalonadas, la toma de temperatura, las mascarillas, la higiene en manos y mobiliarios, la separación de los grupos en los recreos, las clases a través de Teams cuando un alumno/a no podía venir al colegio, fueron una serie de medidas a las que tuvimos que aplicar y adaptarnos. La mejor situación actual de la pandemia, hará que en el curso 22-23 se vuelvan a unificar varias aulas que estaban desdobladas, con lo cual vuelve a subir la ratio a más de veinte alumnos/as por aula, con lo que esto conlleva. El número ideal de alumnos/as por aula debería de ser como máximo de 15 alumnos/as, de esta manera se garantiza una educación mucho más individualizada.
La consecución de los objetivos planteados en la PGA y el seguimiento de los mismos en CCP y Claustros fue bastante positiva, trabajándose cada uno de ellos en los ciclos y en todas las áreas, en lo que pone de manifiesto el buen trabajo de equipo y de coordinación pedagógica.
A las actividades complementarias, que también podríamos denominar tradicionales, por ser comunes en muchos centros y por permanecer a lo largo del tiempo, como por ejemplo Samaween, Navidad, Día de la paz, festivales…se han sumado otras muchas que se organizaron en los diferentes ciclos y que se llevaron a cabo. Todo esto forma parte del currículo, todo es escuela y educación, una educación eficiente que intenta preparar al individuo para su desarrollo exitoso en la sociedad. Las salidas al entorno cercano, la excursión a la nieve, la inmersión lingüística en Sabero, las clases al aire libre, las rutas por la ribera del Sil, la observación de las estrellas, el concierto de música, las excursiones a Astorga, Coruña, Marcelle, Ocero…supusieron una serie de experiencias que no se aprenden en los libros, solo se aprenden viéndolas y viviéndolas. Por todo ello, debemos estar más que orgullosos. Y orgullosos estarían, si nos viesen, aquellos pedagogos de la Escuela Nueva como Cossío o Giner de los Ríos.
En el mes de mayo celebramos el día del deporte. Desde hace unos años, organizamos esta jornada junto al profesorado y alumnado del TAFAD del Colegio La Inmaculada de Camponaraya. En esta jornada también se involucran las familias del Club Deportivo. En este curso además, invitamos a participar al CEE Bergidum, el cual acudió encantado al evento representado por más de veinte alumnos con sus profesores. La convivencia entre personas diferentes y el ejemplo de inclusión que vimos ese día, nos ha de motivar para seguir realizando esta actividad en el futuro.
El uso generalizado de las TIC en el centro es una realidad. Hoy en día, sería impensable entrar en un aula sin estos recursos ya que facilitan mucho la labor docente y el aprendizaje de nuestros alumnos/as. La sociedad de hoy en día es digital, nos enfrentamos a cambios constantes tanto en metodología como en recursos, y el profesorado ha de saber adaptarse a esos cambios, sabiendo combinar lo novedoso con lo tradicional. El futuro está en ir sustituyendo poco a poco, las PDI por paneles digitales. Veremos si es posible.
La LOMCE ha dado paso a una nueva ley, la LOMLOE. En este curso ya se ha aplicado la normativa en cuanto a la evaluación y también en cuanto a la organización docente en ciclos. Para el curso que viene comenzará a aplicarse el currículo en los cursos de 1º, 3º y 5º, un currículo que en el momento de escribir estas letras es un borrador.
Los nuevos cambios de la LOMLOE van a permitir, que a partir del curso 22-23 contemos con un aula para niños de 2-3 años. Esto facilitará a muchas familias la conciliación laboral, ya que son muchas las parejas en las que trabajan ambos y que han necesitado de abuelos u otros familiares en la crianza de sus hijos/as, al no poder pagar una guardería o no haber sido admitidos en una pública.
En este curso se han realizado las habituales tareas de manutención por parte del Ayuntamiento: poda de árboles, cuidado de las zonas verdes, mantenimiento de la infraestructura, averías…Para el curso que viene está previsto la instalación de un ascensor y de la creación de dos nuevos cuartos de baño en la planta baja.
Cuando cumplimos 50 años no podemos olvidar a todas las personas que han pasado por el colegio y que se han formado o han formado a hoy muchos hombres y mujeres. Para educar hace falta valor, y un valor que debe de ser reconocido por la sociedad, pues es la Escuela junto a la Familia, las principales instituciones en las que se construye el futuro. En unos tiempos difíciles en donde existe una guerra cercana a nosotros, y otros muchos problemas sociales, no debemos olvidarnos de la importancia de los valores y de la palabra. Tenemos que dar ejemplo día a día, y esforzarnos entre todos/as en que el mundo en el que vivimos sea mucho mejor.
Agradecemos el esfuerzo de todo el profesorado y alumnado durante este curso; igualmente a nuestras compañeras de Madrugadores y comedor escolar, así como al personal de limpieza y del Ayuntamiento de Ponferrada.
Gracias a nuestra AMPA y Club Deportivo por su labor y su ayuda.
Gracias al servicio de Inspección Educativa y de la Dirección Provincial de Educación por toda la ayuda ofrecida siempre que ha sido necesario.
A nuestros compañeros/as que no estarán con nosotros/as el próximo año: ¡Suerte en la vida!